El Afgano, o Lebrel Afgano, es un perro alto de pelo largo y sedoso; una
de las razas de perros más atractivas y bonitas de acuerdo al gusto de
muchas personas. Camina con un porte majestuoso como si fuera el dueño
del círculo de competencias; y cuando corre, corre como lebrel que es.
Sin embargo, su belleza no se limita a su estética. Es un perro
sumamente inteligente y astuto con una agilidad prodigiosa. Puede
superar los sesenta kilómetros por hora, no teniendo par en carreras por
terrenos montañosos. Es capaz de cambiar de dirección, haciendo cortes
hasta de noventa grados, sin aminorar la velocidad. También puede
mantener indefinidamente un trote de unos veinte kilómetros por hora sin
demostrar ningún síntoma de fatiga.
Este perro proviene de una raza de perros bien antigua de Asia; de la misma estirpe que el Lebrel Persa, o Saluki, del cual el origen se calcula al menos en varios miles de años.
Este fue el perro mimado en los palacios reales y el perro de todas las
villas. La nobleza mantenía un buen número de ellos para las cacerías,
mientras que en los poblados y villas andaban sueltos y aunque protegían
la villa, se tenían que valer por sí mismos; en un estado semisalvaje.
También ha sido utilizado como perro pastor.
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